Un fallo recurrente por cierto xD
En la peli, Benedicto y Beatriz acaban sintiendo afecto el uno por el otro, pese a que desde el inicio lo que se dedicaban era un tremendo desdén.
Esto da para todo tipo de teorías, ya sabéis de lo que hablo, las tontás de "los que se pelean se desean" y tal...
Bah, salto esa parte, no me interesa.
Yo voy a ir a la parte en la que cada uno de ellos empieza a cambiar la opinión sobre el otro. Y además ocurre del mismo modo. A Benedicto le dicen que Beatriz está prendaíta de él, y viceversa. Et voilá! el "amor" surge.
El caso es que te riegan la oreja, y tu supuesta aversión hacia alguien o algo cambia radicalmente.
¿Se intuye ya por dónde voy verdad? Toca extrapolar a los juegos.
La 1ª cuestión de esta entrada: ¿No os ha pasado que el comentario de alguien (o de unos cuantos) os ha hecho cambiar de opinión sobre un juego que a priori teníais condenado? Imagino que sí, de hecho labsk y demás foros/portales lúdicos están llenos de gente virtiendo sus opiniones, y todos nos influenciamos unos a otros. Eso está medianamente claro, creo.
¿De qué juegos os han hecho cambiar la opinión?
Y ahora vamos al otro hecho que me motivó a escribir estas líneas...
Unos días antes de ver la peli que comentaba al principio tuve una sesión lúdica en la cual les saqué a los amigos un juego que NO les gustó nada, y sin embargo yo lo adoro. Es de mis juegos favoritos, y cuando -tras finalizar la partida- les estuve contando algunos datos más del juego yo mismo les decía que ni sé realmente por qué me gusta tanto el juego. Es más, el juego tiene unas características más propensas a que NO me guste que a que sí.
¿Me regarían la oreja en su día con el juego? ¿Era verdaderamente mi predisposición desdeñar ese juego?
No lo sé. Pienso cosas contradictorias.
Tal y como imaginaréis, ver la peli unos días después de jugar al jueguecito de marras me trajo filosofeos a la cabeza, idas de olla sobre los extraños afectos, y los amores inexplicables, y ahí sigo xD
Por cierto, por si sentis curiosidad el juego en cuestión fue éste:
Con "la rallaera" que tengo ahora al mirar la portada creo ver otras cosas...
El caso es que hace demasiado tiempo desde que descubrí este juego y me enamoré de él. Y claro, no tengo frescos los datos del inicio del idilio.
Cuando me pongo a pensar sobre Hansa Teutonica me digo "¿y por qué me gustará tanto? si tiene muchas cosas que en otros juegos me parecerían secas, sosas y aburridas". Es más, al resto de jugadores a los que no les gustó el juego me decían eso, que el juego les había parecido tremendamente soso. Yo no negué que el juego lo es, ¡por supuesto! ¡pero si además fue con éste con el que se acuñó por 1ª vez lo de "muevecubos sin alma"! xDD, pero está claro que para mí sí que tiene alma (aunque no sepa explicar por qué). Es decir, entiendo sobradamente la postura de mis amigos diciendo que el juego es soso, pero no lo comparto. Y me sentí un poquitín como un bicho raro, pensando "¿es propio de mí que me guste este juego?".
He ahí la 2ª cuestión de esta entrada (que en realidad poco tiene que ver con la anterior, o mucho, según se mire xD):
¿Véis un sentido lógico en todos los juegos que os gustan?
¿Tenéis en la ludoteca juegos que os gustan pese a que tengan mayoría de características de las que NO os gustan?
¿Cuáles son? ¿qué amores lúdicos inexplicables tenéis? ¿os atrevéis a dar un por qué?
- Menudas idas de olla que tiene el Neiban!
Pues sí, y mira que otras que con anterioridad he escrito en este blog se han debido a las pocas partidas jugadas, pero lo curioso es que últimamente ando bien servido de partidas xD
Saludos jugones!